Mi casa
está llena de relojes parados
que me
recuerdan
silentes
que un
día se detendrá el tiempo,
y el
espacio será infinito
bajo
una luz brillante.
Nada
importa.
Todo
pasa.
Todo lo
alcanza la paciencia
si se
conoce el destino.
El
destino...
Sólo tiempo detenido
en la esfera de
todos los relojes.