Sólo me recordarán los míos
y eso
será suficiente.
Nací con
brillo de infinito
y pensé
que me daría el mundo,
pero el
mundo se hizo pequeño
de pronto
y me perdí sin remedio.
Logré encontrarme más tarde,
después
de andar y andar
muchos años.
En el
camino
supe que era una mitad
y que eso
me hacía grande,
y ví
crecer la vida alrededor,
llena de
luz y risas.
Pude
mirar atrás
para abrazar
mi origen
y el brillo de mi estrella.
Entonces
comprendí
que el
mundo era ya mío,
que había sido mío desde siempre.
El Mundo
y todo el Universo.
Abandoné
las falsas promesas,
las preguntas
absurdas,
los relumbrones
tramposos.
Y acomodé
el futuro
entre los
míos,
que serán
los únicos que me recuerden.
Eso
será suficiente.