viernes, 26 de mayo de 2023

Últimos versos para Ada

Foto de la autora.


Hoy he visto tu nombre,
casi oculto entre flores y lágrimas,
perdido en el desamparo
de su propia ausencia.

Nos miraba incrédulo desde lejos,
sabiéndose eterno y triste
sin poder volverse abrazo
para arropar a los suyos.

Entonces llegó tu sonrisa de ojos grises,
acogedora y serena,
tan agradecida a la vida
y a sus tesoros.

Y tu mirada invadió la tarde
de luz y sosiego,
se hizo fuerte una vez más
y venció a la Nada
y al Olvido.

Sólo Paz y Esperanza
para los tuyos,
entre los que me atrevo a contarme
desde aquellas tardes.
Cuando me confiabas
en susurros
tantas historias pasadas.

Tu risa se volvía contagiosa
con ese anecdotario inocente y travieso,
y me decías cómo encontrar luz
en los paisajes más sombríos,
cómo descubrir tesoros
en lo que yo creía inservible,
cómo calmar la tristeza
con amor infinito.

Tu mano en la mía
conseguía detener el tiempo,
borrando tanta prisa absurda
para que brillara la Vida en su esencia.

Aquellas tardes comprobé que hay almas
que lo habitan todo,
que vivirán siempre
prendidas entre los suyos,
para seguir guiándonos,
con su paz y su sonrisa,
hacia lo más valioso del camino.



Para mi querida amiga Nieves y su maravillosa familia
5 de octubre de 2010