Los días se suceden
entre brumas y tinieblas.
Me pregunto cuándo llegaré a casa,
o si será mi sitio este lugar
tan áspero,
tan poco acogedor
que una sola mirada te expulsa.
Sé que más allá está el mar,
que se dibujan mástiles contra el cielo límpido,
que la brisa hace bailar al agua
en vaivén infinito.
A lo lejos,
otra tierra se recorta
y te llama sin urgencias.
Y se escucha el viento,
y el rumor de olas,
y voces alegres en susurros.
Más allá está el mar.
Más acá está oscuro.
Falta encontrar el camino,
calcular la ruta,
medir el tiempo,
soñar despiertos.
Aunque hay quien hizo silencio
y cerró los ojos.
Supo así que no hay distancias,
solo paisajes superpuestos.
