a lo lejos,
agrandándose a cada paso.
Se aproxima
por carreteras sin arcenes,
a través de tramos
de horizonte infinito.
Hojas muertas,
campanarios,
cultivos de estación,
silos y camposantos.
Hojas muertas,
campanarios,
cultivos de estación,
silos y camposantos.
Todo lo alcanza la vista.
Me habla la nube
de paisajes lejanos
y de la tierra que piso.
De sueños que abandoné,
reencontrados de pronto
reencontrados de pronto
en la misma vida.
Me habla ee antiguas canciones,
de las nanas de Miguel Hernández
y de su casa en Orihuela.
Aquella que visitamos juntos.
Compañeros del alma,
compañeros
de ahora y de entonces
recorriendo los caminos.
Que lo que muere
renace
para quedarse en el alma
para quedarse en el alma
y habitarnos los ojos.
Un grano de trigo,
una cebolla sin agua
o estos versos pobres,
armados de abrazos
Un grano de trigo,
una cebolla sin agua
o estos versos pobres,
armados de abrazos
ante el futuro incierto.