sábado, 2 de diciembre de 2023

Nubes de cebolla

 
                  
Ya veo la nube de cebolla
a lo lejos,
agrandándose a cada paso.
 
Se aproxima
por carreteras sin arcenes, 
a través de tramos
de horizonte infinito.
 
Hojas muertas,
campanarios,
cultivos de estación,
silos y camposantos.
 
Todo lo alcanza la vista.

Me habla la nube
de paisajes lejanos
y de la tierra que piso.

De sueños que abandoné,
reencontrados de pronto
en la misma vida.
 
Me habla ee antiguas canciones,
de las nanas de Miguel Hernández
y de su casa en Orihuela.
Aquella que visitamos juntos.

Compañeros del alma,
compañeros
de ahora y de entonces
recorriendo los caminos.

Que lo que muere
renace
para quedarse en el alma
y habitarnos los ojos.
 
Un grano de trigo,
una cebolla sin agua
o estos versos pobres,
armados de abrazos
ante el futuro incierto.

domingo, 12 de noviembre de 2023

Letras sostenidas

 

Río Guadiana a su paso por Mérida. Foto de la autora.

Fugaz como un batir de alas
es el tiempo
y la emoción
en cada trecho del camino.
 
Nada permanece.
 
Aún así,
te intuyo inmutable
detrás de todos los siglos
y más allá del futuro,
sosteniendo este instante,
este preciso momento
en que me encuentro contigo.

Bien sé
que es lo único que existe.

Bien lo sé 
aunque siempre lo olvide.

Letras breves para un pigüino

 

Puerto Madryn. Foto de Pablo Manzano. 

Me muevo 
entre la tristeza
y la angustia.

No encuentro el motivo
más allá de sabernos asidos
frágilmente
a este mundo que nos arrolla.

miércoles, 1 de noviembre de 2023

Días de lluvia


Todo se tambalea
este día de Todos los Santos.
¡Qué detalle que mañana
sea el de todos los difuntos,
ya sean santos o demonios!

Porque todo se tambalea
y mi alma se inclina 
peligrosamente
hacia el lado más oscuro.

Si caigo en él,
me alivia saber 
que cuando muera
también tendré mi día,
el de los difuntos todos.

Todo puedo soportarlo
menos este tambalearse
que hace sufrir a mi madre
y a mi hija,
que hace que todo
parezca a punto del derrumbe,
una pieza de puzle
que no encuentra su sitio,
un día de lluvia perpetua,
de niebla oscura
por los siglos de los siglos.


sábado, 23 de septiembre de 2023

Confía

 

Foto de la autora. Badajoz. Parque del río.

Mi amiga tiene la voz rota
y los ojos nublados
de cansancio y de tristeza.

Aún así sonríe
y me abraza
y nos da besos de metralleta.

¡Ay, amiga del alma!

Tú,
que todo lo sostienes.
Tú que fuiste calma en mi angustia.
Tú que todo lo entregaste
en aquella otra vida sin tiempo.

Ahora te ves perdida
en este camino tan duro
que apareció de pronto.

Aún no sabes qué os espera,
ni cómo afrontar los días,
cómo acompañar mejor
a quien más quieres,
a quien siempre te sostuvo.

Confía.

Contigo estuvimos en vilo
aquel viernes de tormentas,
y contigo seguimos todos
en un abrazo continuo.
Esa tupida red 
que nos envuelve.

Tú comenzaste a tejerla
ya de niña,
y nos fuiste añadiendo,
uno a uno,
casi sin darte cuenta,
sin pretenderlo si quiera.

Quizá no sepas que tu red 
nos protegió mil veces
de violencias y espejismos,
que gracias a ella volvimos 
alegres y confiados
a la tarea.

Quizá no sepas que tu red 
se unió a otras redes
en una cadena sin fin
que cruzó mares y océanos,
que une este mundo y el otro
para que nada os falte.

Confía.

Sabes que nada es absurdo,
que todo es misterio,
que te espera un cielo sin columnas,
y que nosotras,
tus amigas,
aunque no nos veas,
estaremos siempre.


martes, 15 de agosto de 2023

Fragilidad infinita

Hoces en el río Irati. Foto: María Manzano


Por la mañana me zarandea
la sensación de catástrofe
inminente y poderosa.

Me armo de valor 
para bajar de la cama
porque temo,
de verdad lo temo,
que se deshaga el mundo
como un terrón de azúcar
entre dos dedos violentos,
o aquel olmo
hendido por el rayo,
o un edificio pobre
en mitad de un seísmo.

Me zarandea la catástrofe
y veo por un segundo
la profundidad infinita
de cada cosa.

Todo encaja de pronto
en su dependencia extrema.
Todo está en su sitio
y en su tiempo.

Las células en el órgano,
la hoja en el árbol,
el pájaro en el huevo, en el nido, en el aire.

El oxígeno,
la lluvia,
la tierra,
los hombres,
los niños,
los abrazos,
las canciones,
el sol.

Todo se sostiene
en su fragilidad infinita,
en su equilibrio imposible
que amenaza derrumbe.

Da miedo pensarlo
por si la misma conciencia
lo pusiera en peligro.

Hasta respirar asusta,
que basta un soplo
para tumbar este castillo de naipes.

Por eso me zarandea 
esta sensación de catástrofe
y sigo buscando,
sin descanso,
algún lugar
sereno y seguro.




domingo, 6 de agosto de 2023

Intemperie y asombro

Atarcede en Sos del Rey Católico. Foto: Ángel Manzano


Huyo de la intemperie
y es lo único que me salva.

Me vence el miedo al rechazo
y doy un paso atrás.

Duele atravesar las sombras,
caminar sin abrazos,
abismarse sin fondo,
dejar de ser víctima
para ser testigo.

Por eso,
continuamente,
sin darme cuenta,
me rindo.

Hoy he dicho BASTA YA.
Puedo acampar en el páramo.
No necesito 
que me acepte el enemigo.

domingo, 23 de julio de 2023

Éxito perfecto


Esta noche
en una casa ajena
todo son dudas
y la vida es una triste inercia.

Resistir es el propósito.
Aceptar es el reto.

La bondad y la fidelidad
nos acompañan siempre.
Sólo allí está el éxito perfecto.

A vista de infancia


Le he preguntado a mi herida
si nació conmigo
en aquella infancia sin límites,
cuando imaginaba el mundo
en su pureza absoluta,
brillante y lleno de prodigios.

En aquel tiempo,
cuando los mayores
nos cegaban con sus fracasos
y sus miedos,
y nos descubrían la vida
a la medida de sus espejismos
y sus silencios,
sujeta a todas esas normas 
inflexibles e inventadas.

Cuántos caminos errados
por cumplir los sueños de otros,
por calmar su dolor
y nuestra angustia.

Cuánto que descubrir
y que desaprender.

Todo el camino 
queda por delante, 
virgen y luminoso.


viernes, 21 de julio de 2023

Con ojos de libélula


Hoy se posó una libélula
en el tendedero del patio.
Me miró fijamente
durante largos minutos
y me vi a través de sus ojos,
multiplicados hasta el infinito
todos los colores.

Me pregunto cómo será su mundo,
que a su mirada 
ningún rincón se le oculta.
Qué llega a todos los rincones
sin si quiera girar la cabeza,
y a las ondas de su luz
aflora todo
lo que no existe.

¿Cómo seremos a sus ojos?

Pobres,
tristes,
tan fatigosos 
que ni reparamos en ella
a menos que se pose en nuestra casa
y nos mire largamente
hasta que,
con suerte,
despertemos.

viernes, 26 de mayo de 2023

Últimos versos para Ada

Foto de la autora.


Hoy he visto tu nombre,
casi oculto entre flores y lágrimas,
perdido en el desamparo
de su propia ausencia.

Nos miraba incrédulo desde lejos,
sabiéndose eterno y triste
sin poder volverse abrazo
para arropar a los suyos.

Entonces llegó tu sonrisa de ojos grises,
acogedora y serena,
tan agradecida a la vida
y a sus tesoros.

Y tu mirada invadió la tarde
de luz y sosiego,
se hizo fuerte una vez más
y venció a la Nada
y al Olvido.

Sólo Paz y Esperanza
para los tuyos,
entre los que me atrevo a contarme
desde aquellas tardes.
Cuando me confiabas
en susurros
tantas historias pasadas.

Tu risa se volvía contagiosa
con ese anecdotario inocente y travieso,
y me decías cómo encontrar luz
en los paisajes más sombríos,
cómo descubrir tesoros
en lo que yo creía inservible,
cómo calmar la tristeza
con amor infinito.

Tu mano en la mía
conseguía detener el tiempo,
borrando tanta prisa absurda
para que brillara la Vida en su esencia.

Aquellas tardes comprobé que hay almas
que lo habitan todo,
que vivirán siempre
prendidas entre los suyos,
para seguir guiándonos,
con su paz y su sonrisa,
hacia lo más valioso del camino.



Para mi querida amiga Nieves y su maravillosa familia
5 de octubre de 2010

sábado, 15 de abril de 2023

Cernícalos al rescate



Sobre mi hoja de cálculo,
esta tarde de abril,
se enseñorea la voz de los cernícalos.

Han puesto su casa
en la palmera más alta.
Y desde allí van,
y vienen,
y me llevan en volandas,
sin saberlo.

Mi mente sigue fija en la pantalla,
pero el corazón ya escapó
de todas las celdas
para volar con ellos
hacia ninguna parte. 

Imagino que alguien los envía
con un mensaje secreto.

Son cernícalos en misión de rescate,
extranjeros en tierras de tórtolas,
extraños en esta planicie dura y sin agua.

Por ellos levanto la mirada, 
agudizo el oído,
oteo el horizonte más allá de las nubes.

Esos pocos gestos me salvan
del sinsentido y la angustia,
y traen de vuelta al corazón,
ya reconciliado,
capaz de trabajar de nuevo
sobre las celdas de la pantalla.


sábado, 11 de marzo de 2023

Heridas y amuletos

Llevo un amuleto contra la desdicha.

Sé que es inútil,
pero me agarro a él
como a una cuerda rota.

Un amuleto
contra las heridas ajenas,
tan violentas,
contra las propias,
esas que no paran de reabrirse.

martes, 14 de febrero de 2023

Más allá de los días cansados

 

Por vosotros permanezco,
que mi mayor aventura 
fue veros aparecer, 
ocupar ese hueco
en el espacio y el tiempo
que nació con cada uno.

Brotasteis en ese instante
desde la inmensa Nada
hacia el infinito que ahora sois.

Y sé que por ello permanezco
y permaneceré
del otro lado de la Vida,
para celebrar cada paso,
y abrazaros en cada tropiezo.

Para dejaros marchar
y abrir la puerta si volvéis.

Para alegrarme si os desplegáis
en historias incontables,
o si vivís una sola.

Para animaros a atravesar desiertos,
que habrá más de uno,
y admirar todas sus maravillas.

Por eso permanezco 
y permaneceré siempre.

No hagáis caso a los lamentos
de esta madre dramática.
Mirad más allá de su queja
en los días más cansados,
y podréis ver todos vuestros sueños.

Todos se cumplirán,
aunque no se asomen al mundo.
  

miércoles, 1 de febrero de 2023

Adiós a Punto Aparte


Que cierre una librería es siempre muy triste. Pero que lo haga la Librería Punto Aparte de Mérida, además nos deja huérfanos de muchas cosas. 

María ha sido nuestra librera durante casi cuarenta años. Nos ha visto crecer. Y, corriendo el tiempo, ha achuchado a nuestros niños y los ha puesto a jugar en el cesto de los cuentos. Nos ha descubierto libros y autores fundamentales. Pero, sobre todo, supo crear para nosotros un mundo infinito en un espacio minúsculo. Un mundo en el que te sentías bienvenido nada más abrir la puerta, se ralentizaba el tiempo y surgían espontáneas las historias y las sonrisas. Un mundo lleno de luz y de libros en columnas inestables, donde reinaba un gusto extremo por la conversación y la alegría se respiraba por todas partes. 

Todo esto y más es lo que hemos perdido. Al menos, seguiremos teniendo a María y ella podrá contar con el cariño y el apoyo los que fuimos sus clientes y ahora somos sus amigos.