sábado, 5 de diciembre de 2015

Ya no somos los mismos


Pasaron los paisajes conocidos,
los seres amados,
las rutinas queridas.

Pasaron.

Una vez
y otra vez
y otra vez.

Todos se fueron.
Nada surgió
y se hizo un vacío tan oscuro,
que cada paso parecía un tropiezo,
un error triste y cansado.

Se fueron todos,
y nosotros,
los de entonces,
ya no somos los mismos.

Ahora no sé dónde estoy,
ni cómo llegué hasta aquí,
ni dónde lleva este camino en sombras.
Esta intemperie incierta
donde casi no me reconozco.

¿Por qué ya no sirven
aquellas respuestas?

Sólo sé que la misma noche
y nosotros, 
los de entonces,
nunca seremos los mismos.

sábado, 31 de octubre de 2015

Sigo buscando


Busco mi centro,
mi núcleo irrenunciable.

No sé si lo perdí,
o si acaso nunca lo tuve.

Quizá lo dejé atrás
en esta vida a la carrera.

Se perdió en una persecución compulsiva,
una de tantas,
meras huidas hacia el vacío.

Lo dejé atrás.

O quizá no lo alcancé aún
y mi empeño es una búsqueda desajustada
que nada me devuelve.

Decepciones encadenadas,
puertas cerradas,
mundos ajenos.

Sigo a pesar de todo,
buscando un sentido que se esconde,
pero que existe sin duda
Aquí y Ahora y más allá:
en el Todo Infinito
donde todo lo que ES convive.

Quizá esté allí mi centro,
mi  núcleo irrenunciable,
esperando paciente
que logre integrar todas mis vidas,
que dejen de parecer reflejos
de un error perpetuo.

sábado, 3 de octubre de 2015

Donde Todo es para Siempre




Más allá del tiempo y del espacio,
de la materia y la no materia,
más allá del dolor y del absurdo
la Luz permanece
y reaviva
en un fluir constante
toda esencia con sentido.

El sentido del Adelante
hacia la meta sublime
donde Todo es para Siempre.

domingo, 20 de septiembre de 2015

Viaje al centro de la esencia




Nada ha sido en vano.

Cada golpe
desprendió una lasca prescindible.
Cada error.
Cada desengaño.
Cada pequeña injusticia.
Cada dolor terrible.

Todo lo sufrí sin entender,
concentrada en apretar los dientes
y mirar hacia delante.

Pero hoy ,
cansada de avanzar contracorriente,
he mirado hacia atrás
y he visto el camino sembrado de cosas inútiles.

Las que bloquean la paz y el sentido,
las que ocultan la luz
y lo tiñen todo de gris y de tristeza.
Todas fueron desprendiéndose
con el cincel del fracaso.

Nada ha sido en vano.
Cada golpe moldeó mi espíritu
y me acercó un poco más
al Aquí y al Ahora.

Ahora sueño con el día  
en que logre llegar 
a la Esencia Misma,
destino único de este breve viaje.
El día en que prescinda 
de tantos afanes inútiles.

Ese día será el Principio
en el que todo cobrará sentido
y se esfumarán por fin
todos los espejismos.

Sigo avanzando sin prisas.
Segura de haber recorrido ya
una parte del camino.
Un poco más sabia que al inicio,
más paciente,
más ligera de equipaje,
y con mi cofre de tesoros
cada vez más lleno de nombres.

domingo, 16 de agosto de 2015

Tiempo detenido


Mi casa está llena de relojes parados
que me recuerdan
silentes
que un día se detendrá el tiempo,
y el espacio será infinito
bajo una luz brillante.

Nada importa.
Todo pasa.
Todo lo alcanza la paciencia
si se conoce el destino.

El destino...

Sólo tiempo detenido 
en la esfera de todos los relojes.

lunes, 20 de julio de 2015

Soplos de infinito




De niña 
supe que la muerte
es siempre el final del trayecto.
Que cualquier encuentro
es una despedida.
Cualquier afán,
un absurdo
ridículos 
todos los egos.

Ya entonces me dolía la Nada
y llegaba a sentir la angustia
de ese agujero inmenso.

Pero era una imagen débil
de lo que más tarde supe:

                 Puede arrasarte el Vacío
                 cuando lo siembran los muertos.

Superada la prueba terrible
queda aprender a sufrir.
Masticar la tristeza.
Sin aspavientos.
Mantener la esperanza
contra toda apariencia.
Descubrir horas felices 
donde nadie se aventura.
Exprimir todas las risas 
para aplicar su esencia.

Así
quizá
algún día
atisbe el soplo de infinito
que dicen que habita en todos.

También en los que se fueron.

Porque quizá la muerte
no sea el final del camino.
Sólo parte del fluir constante
con el que confundimos la vida.

miércoles, 15 de julio de 2015

Hojas de invierno


Revolotea la hojarasca a mi alrededor.
Se persiguen las hojas secas
en círculos,
como en un juego sin tregua.

Coreografía sonora.
Batir de alas quebradizas.

El viento del norte,
seco y frío,
no les da descanso.
Y brillan de nuevo
al sol de invierno,
con más afán
que cuando verdeaban en los árboles.

A penas se posan a mis pies
vuelven a levantar el vuelo,
dibujando figuras vertiginosas,
cambiantes cada segundo.

Se preguntan entonces, 
sin resuello,
para qué habrán muerto,
o si la muerte será esto.
Una danza eterna.

No saben que pronto serán cenizas.
Y entonces
ya no habrá nada
ni nadie
que les devuelva el sentido
de su leve existencia.

viernes, 26 de junio de 2015

Don Manolo, el maestro mago


Había una vez un mago que conocía el secreto de los niños: sabía que cada uno guarda un cofre en las nubes, en esas donde los niños tienen siempre la cabeza. Sssshhhhhh.

Era un mago muy curioso y se propuso seriamente descubrir lo que cada niño atesoraba.

Con mucha dedicación descubrió lo que cada uno escondía. Y una vez logrado el objetivo, les enseñó muchas formas de encontrar tesoros nuevos. También a intercambiarlos para crear cosas juntos.

Estaba seguro de que así podrían llegar a ser grandes magos, como él mismo, o lo que cada uno quisiera: bailarín, futbolista de la Selección Española, cocinero, científica premio Nobel, ingeniera aeronáutica, soñadora, patinadora, astronauta, filósofo ... ¿Quién sabe los sitios tan lejanos a los que llegarán estos niños?. Quizá no podamos ni imaginarlos si quiera.

Desde luego están en camino, porque la técnica de nuestro maestro mago es infalible: seriedad profesional a la altura del aprendiz, trabajo mágico sin descanso, canciones a tutiplén, sonrisas indelebles, paciencia infinita, diversión sin tino y cariño sin medida.

Sabemos que nuestros niños han aprendido bien. Estamos seguros. Porque este mago también se tomó el tiempo de enseñarnos a los padres. Y pudimos ver dentro de los cofres cerrados.

Así hemos podido comprobar, que los niños hace tiempo que guardaron el nombre de Don Manolo en su caja de tesoros. Y allí quedará grabado por siempre jamás.

jueves, 18 de junio de 2015

Inercias hacia el absurdo


Miro alrededor 
y veo derrumbarse el mundo,
por todas partes,
a todas horas,
en tantos rostros grandes y pequeños.

Nadie parece darse cuenta.
Todos juegan alegres a las casitas
o fingen indignaciones varias.
Superioridades morales,
falsas,
fatuas,
impostadas.

Criticamos a los corruptos
y mantenemos corruptelas.
No hay otra opción.
Nadie tiene la culpa.
Sólo nos arrastra la inercia
y andamos sin rumbo ni consciencia,
saturados por tantas pequeñeces.

Nuestro mundo pequeño,
confortable y ridículo,
es lo único posible.

Aunque puede no ser eterno.
Quizá algún día 
la demolición comience
y nos llegue la ola de la catástrofe.

Será entonces tarde para reflexiones 
o lamentos,
para pensar qué debimos hacer
cuando eran otros los que sufrían.
Parecían estar tan lejos.....
Sus vidas parecían valer tan poco…
Siempre menos que las nuestras.

¿Y si todo fuera absurdo?
Hoy no puedo ver el sentido
atrapada en esta inercia insufrible

jueves, 21 de mayo de 2015

El guardián de los tesoros



De pequeño ya era sólo sonrisas, movidas por un remolino. Bullicioso y simpático a veces. Otras, destrozón e imprevisible.

A su paso todo podía cambiar de lugar, incluso de forma, pero eso nunca era un problema.

Nunca nada fue un problema.

No supe ver que era la confianza misma, encarnada en un niño inquieto. Pero por fin lo he comprendido, y eso le ha hecho inmenso a mis ojos.

Sigue desbordando energía, en el fondo y en la forma. Y sigue eligiendo el mismo camino, cuando tiene que elegir alguno. El del corazón siempre. ¿Cuál si no?

No importa el daño sufrido. Los muros que le hayan frenado. El desengaño y la tristeza.

No importa.

Ese es su único camino transitable. Y en él prestó a su padre su ser entero, para cruzar en calma al trasmundo. Dispuesto todo para la partida, le nombró con los ojos heredero de su fuerza, guardián de todos sus tesoros.

Y en ello está. Trabajando a diario para que a los tesoros no nos falte la sonrisa. Que consigue que veamos colores, aún a riesgo de rompernos las gafas.

Difícil tiene ser mitad con ese espíritu libre, siempre de ida y muy pocas de vuelta. Con esa facilidad de conectar con multitudes diversas, incluso divergentes, y de sentirse amigo de veras de todas ellas.

Quizá asome algún día alguien raro, que levante la mirada de su ombligo, y comparta su ser generoso. Esa especie escasea, pero yo no pierdo la esperanza.

Mientras, sabe que nunca caminará solo, aunque no sea del Liverpool. Que todos somos del Atleti en esta fortaleza. Porque lo importante no es la meta. Lo importante, lo único, es el camino.




miércoles, 6 de mayo de 2015

Regalos de mar para mi madre




Quisiera guardarte en un cuadro
todos los azules del mar.
Todas sus olas cambiantes.
El rumor de su ir y venir.
El color del cielo.
El olor a sal.

Pintar la arena cálida
llena de risas de niños.
Los que son.
Los que fuimos.

Y enmarcarlo todo
en el abrazo inmenso
de todos nosotros,
los que aún estamos
y los que nos esperan pacientes,
habitantes eternos
de tantos recuerdos luminosos.

domingo, 26 de abril de 2015

Viajeros del Tiempo

Misterio. Foto: Rosa María Perdigón García

No quiero pronósticos científicos,
no quiero.

Ni verdades atisbadas
en la prueba y la estadística.

Prefiero pensar que hay Dios
frente al destino,
que el mañana existe
más allá del fin.
Que llegamos y nos vamos.
Eternamente.
Como viajeros del tiempo.

Saber llegar y saber marcharse.
Sabiduría fundamental,
esencia de la dignidad misma.

¿Por qué añadir datos inciertos
para aproximar la Duda?
Basta conocer la verdad íntima:
nada nos pertenece.

Vanos son los afanes
de aferrarnos a los nuestros.
Sólo es infinita la fortuna
de estar aquí y ahora,
con ellos,
con todos ellos.

Los vivos.
Los muertos.
Los de siempre.
Los recién llegados.
Los por venir.
Ese es nuestro tesoro:
su huella inmensa dibujada
en nuestro Plan Infinito.

Saber llegar.
Saber marcharse.
Como viajeros del tiempo.
Sabiduría esencial y cotidiana
que ojalá nos serene el alma,
y nos mantenga alegre la sonrisa.

domingo, 5 de abril de 2015

Sigo y confío


Qué soledad tremenda
la que me asalta en medio del bullicio.

Siento que no pertenezco a nada,
que me rodean afanes inútiles
ridículos
pomposos
interesados
violentos.

No pertenezco a nada.
Ni a nadie.
Ni siquiera a mis sueños,
perdidos ya del todo
a golpe de pragmatismo.

Qué soledad inmensa
me invade en estos días,
ruidosos y fatuos.
Brillos vacíos
en los desgarros del mundo.

Sigo a pesar de todo,
del cansancio y la tristeza,
del sinsentido y del olvido,
de tantos y tan variados fracasos,
reiterados todos sin remedio.

Sigo y confío
en encontrar la esencia escondida
en el absurdo aparente
o en el dolor infinito:

“Todo lo que te inquiete es falso.
La muerte incluso.
Sigue fiel a tu destino.
Permanece.
Y llegará el día
en que tendrás todas las respuestas.
Sólo adora y confía.


 Adora y Confía.”

jueves, 19 de marzo de 2015

Primer día del padre entre dos mundos

El sol tras las encinas.Foto de la autora


Me vence el peso de la tristeza
y no puedo ni abrir los ojos.
Levantar la cabeza es tarea imposible
y el futuro
sólo es una sombra borrosa.

Él era toda nuestra Fuerza.
Podía permanecer intacto,
inasequible a la desdicha.
Pero lo vi marcharse
despacio,
sin una queja,
aferrado hasta el final a la Vida,
imperturbable en su coraza,
sereno en su fortaleza.

Vi cómo se evaporaba
delante de mis ojos,
cómo abandonado ya en el Todo
pudo recomponer su cara
con una media sonrisa:

Todo está cumplido,
os dejo un legado infinito
para compensar mi ausencia.
Ojalá que el dolor del absurdo
no os arrase por el camino. 

domingo, 15 de marzo de 2015

Sueños abandonados

Caminos. Foto de la autora

En esta zona oscura,
donde mi vida parece un fraude,
sólo siento la tensión
de estar lejos de mi destino,
agotada en causas ajenas,
con mi propia esencia apagándose
en cada sueño abandonado.

Mientras avanzo entre sombras
veo caer pedazos de mi alma,
en cada curva del camino,
en cada bache,
en cada cambio de sentido.

Kilómetros y kilómetros
que a diario me acercan y me alejan
de un futuro que me es ajeno.

Sé que mi destino sufre abandonado,
que me mira con tristeza desde lejos,
mera caricatura de sí mismo.
Ya no tengo nada que ofrecerle,
exhausta y vacía en cada viaje,
en cada regreso
al mismo punto de partida.

Pero no todo está perdido.
Mi destino sigue intacto
y mi alma,
extraviada a lo largo del camino,
aún palpita
esperando el día en que decida
detener el absurdo,
abandonar las falsas promesas,
dar brillo a mi estrella
y color a todos los sueños.

Ese día
saldré de esta zona oscura,
donde la vida parece un fraude,
retomaré mis causas
y todos los pedazos de mi alma
se reunirán conmigo
para alumbrar mi esencia
y poner rumbo al infinito.

jueves, 26 de febrero de 2015

Me recordarán los míos



Sólo  me recordarán los míos
y eso será suficiente.

Nací con brillo de infinito
y pensé que me daría el mundo,
pero el mundo se hizo pequeño
de pronto
y me perdí sin remedio.

Logré encontrarme más tarde,
después de andar y andar
muchos años.

En el camino 
supe que era una mitad
y que eso me hacía grande,
y ví crecer la vida alrededor,
llena de luz y risas.

Pude mirar atrás
para abrazar mi origen
y el brillo de mi estrella.

Entonces comprendí
que el mundo era ya mío,
que había sido mío desde siempre.

El Mundo y todo el Universo.

Abandoné las falsas promesas,
las preguntas absurdas,
los relumbrones tramposos.

Y acomodé el futuro
entre los míos,
que serán los únicos que me recuerden.


Eso será suficiente.