domingo, 20 de septiembre de 2015

Viaje al centro de la esencia




Nada ha sido en vano.

Cada golpe
desprendió una lasca prescindible.
Cada error.
Cada desengaño.
Cada pequeña injusticia.
Cada dolor terrible.

Todo lo sufrí sin entender,
concentrada en apretar los dientes
y mirar hacia delante.

Pero hoy ,
cansada de avanzar contracorriente,
he mirado hacia atrás
y he visto el camino sembrado de cosas inútiles.

Las que bloquean la paz y el sentido,
las que ocultan la luz
y lo tiñen todo de gris y de tristeza.
Todas fueron desprendiéndose
con el cincel del fracaso.

Nada ha sido en vano.
Cada golpe moldeó mi espíritu
y me acercó un poco más
al Aquí y al Ahora.

Ahora sueño con el día  
en que logre llegar 
a la Esencia Misma,
destino único de este breve viaje.
El día en que prescinda 
de tantos afanes inútiles.

Ese día será el Principio
en el que todo cobrará sentido
y se esfumarán por fin
todos los espejismos.

Sigo avanzando sin prisas.
Segura de haber recorrido ya
una parte del camino.
Un poco más sabia que al inicio,
más paciente,
más ligera de equipaje,
y con mi cofre de tesoros
cada vez más lleno de nombres.

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