Misterio. Foto: Rosa María Perdigón García |
No
quiero pronósticos científicos,
no
quiero.
Ni
verdades atisbadas
en
la prueba y la estadística.
Prefiero
pensar que hay Dios
frente
al destino,
que
el mañana existe
más
allá del fin.
Que
llegamos y nos vamos.
Eternamente.
Como
viajeros del tiempo.
Saber
llegar y saber marcharse.
Sabiduría
fundamental,
esencia
de la dignidad misma.
¿Por
qué añadir datos inciertos
para
aproximar la Duda?
Basta
conocer la verdad íntima:
nada nos pertenece.
Vanos son los afanes
de
aferrarnos a los nuestros.
Sólo es infinita la fortuna
de
estar aquí y ahora,
con
ellos,
con
todos ellos.
Los
vivos.
Los
muertos.
Los
de siempre.
Los
recién llegados.
Los
por venir.
Ese
es nuestro tesoro:
su
huella inmensa dibujada
en
nuestro Plan Infinito.
Saber
llegar.
Saber
marcharse.
Como viajeros del tiempo.
Sabiduría
esencial y cotidiana
que ojalá nos serene el alma,
y nos
mantenga alegre la sonrisa.