martes, 31 de mayo de 2022

Alegato contra la prisa


Tengo la lentitud
como criterio de verdad, 
como bien supremo 
y fuente de todo gozo.

He renunciado a la prisa
y ya no tributo a la diosa eficiencia.
Solo contemplo el transcurrir de todo
atenta a señales diminutas.

Seré tan lenta como pueda.
Preferiré ir despacio 
a dormir,
a comer, 
a cumplir objetivos.

Y lo mantendré en secreto
para que no me expulsen del mundo.