Busco mi
centro,
mi núcleo
irrenunciable.
No sé si lo
perdí,
o si acaso
nunca lo tuve.
Quizá lo
dejé atrás
en esta vida
a la carrera.
Se perdió en
una persecución compulsiva,
una de
tantas,
meras huidas
hacia el vacío.
Lo dejé
atrás.
O quizá no lo alcancé aún
y mi empeño es una
búsqueda desajustada
que nada me devuelve.
Decepciones
encadenadas,
puertas
cerradas,
mundos
ajenos.
Sigo a pesar
de todo,
buscando un sentido que se esconde,
pero que
existe sin duda
Aquí y Ahora
y más allá:
en el Todo
Infinito
donde todo lo
que ES convive.
Quizá esté allí
mi centro,
mi núcleo irrenunciable,
esperando paciente
que logre integrar
todas mis vidas,
que dejen de parecer reflejos
de un error
perpetuo.
Me encanta Laly. Un abrazo
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