sábado, 10 de enero de 2015

El día que murió Suárez

Hilos de luz a la puerta del cementerio de Montijo. Foto de la autora

El día que murió Suárez también la muerte visitó mi casa y quiso el destino que la viera de cerca, más que nunca antes. 

Pude sentirla respirando a mi lado, destejiendo los hilos que nos unen a la vida, lenta e inexorablemente, mientras una paz extraña se instalaba en el aire y me volvía ajena a todo ese revuelo incomprensible de caras dolientes, palabras inútiles y decisiones perentorias.

Allí estaba yo y allí sigo: en el momento preciso en que el último hilo de vida se convirtió en luz y empezó a iluminar tantas preguntas, todas aún sin respuesta.

Los días siguen discurriendo desde entonces, con su carga de inercias obligatorias, nuevas aventuras y frentes infinitos. Pero todo parece irreal ante ese abismo que se abrió entre el trasmundo y yo, ese abismo que tú cruzaste y me dejó tan huérfana. 

Sigo sentada al borde por si te veo a lo lejos. Y cuando nadie me observa, le tributo miles de lágrimas como única forma de llenar el vacío.

Me consuela saber que tienes ya todas las certezas, aunque mi catálogo de incertidumbres sea cada vez más amplio. Me consuela saberme heredera de todos tus afanes, porque, aún agotada y dolorida, tengo una misión que cumplir que da sentido al resto de mis días.


A fin de cuentas soy muy afortunada, porque vi que fuiste hasta el final el capitán de tu alma, y sé que Nada es Absurdo y tus hijos serán siempre dueños de su destino. 







12 comentarios:

  1. Espero que sea la primera entrada de muchas otras.

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  2. Precioso Laly. Mealegra mucho que hayas dado el paso. Un superabrazo. Delfina

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    1. Delfina querida ya sabes que tú me inspiras. Seguimos acompañándonos.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Querida Laly,
    Emocionante leer tus palabras, que tan bien utilizas, y donde vuelcas tanto que tienes por compartir. Ya estoy deseando que llegue la semana que viene para leer el próximo!
    Un abrazo enorme!!
    ML

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    1. Muchas gracias Maestra Jedi. Estar del lado de la Fuerza ayuda mucho ;-)

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  5. Laura Martínez Clapés11 de enero de 2015, 13:41

    Como me alegro de que hayas dado el paso Laly, esto va a ser liberador!! Me encanta tu post, tan íntimo, sincero y poético... Te has puesto el listón muy alto! Ahora a seguir escribiendo! un besazooo!

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    1. Sí que es liberador. Sigo vuestra estela bloguera, que suerte inmensa haberos encontrado!.

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    1. Muchas gracias Maria Rosa. Me alegra y me conforta mucho poder compartirlo con vosotros. Besos y abrazos.

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  7. Querida Laly la existencia de los que se van no se trunca cuando físicamente no están con nosotros, vosotros sois esa permanencia que esta presente día a día, todas las vivencias y enseñanzas que se han tenido, se van perpetuando en los que quedan vivos y a los que les siguen detrás. Es mi vivencia y la vuestra también, compartimos esta manera de vivir con la permanencia de los que físicamente ya no están. Un abrazo

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  8. Querida Laly la existencia de los que se van no se trunca cuando físicamente no están con nosotros, vosotros sois esa permanencia que esta presente día a día, todas las vivencias y enseñanzas que se han tenido, se van perpetuando en los que quedan vivos y a los que les siguen detrás. Es mi vivencia y la vuestra también, compartimos esta manera de vivir con la permanencia de los que físicamente ya no están. Un abrazo

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